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miércoles, 21 de julio de 2010

De Barcelona a Suiza con Francia como camino

Arribando a Barcelona desde Menorca.




La red de amistad: Cruzando Cataluña con Ignasi, saludando a familiares y amigos y aprovechándonos de la hospitalidad catalana. Gracias a tod@s.

Los hermanos "Bauperurena" se disponen a despejar el camino lanzando por el terraplén las toneladas de piedras que obstaculizan el camino.


Aiguamolls de L'empordà



De la costa a la campiña francesa.
Al entrar en Francia sigo la linea de la costa entre monocultivos turísticos de sol y playa. Todo lo que un turista puede necesitar lo encuentra aquí: piscinas con toboganes, cars, paint bals, discotecas, paseos a caballo y en bicicleta.

El panadero con la barra caliente.

Cada día a medio día después de comer es la hora de la siesta bajo un árbol en cualquier bosque a la salida de un pueblo. Me tomo un té, escribo y dejo que el sol baje unos grados de su cenit antes de continuar al atardecer, que es cuando mejor se pedalea. Este verano es muy caluroso.

Después de unas jornadas dejo la costa y me meto a la campiña, veo otro monocultivo, el de viñedos , para vinos y champanges.

Los pueblos con su casco medieval están enlazados por carreteras estrechas con arboles a ambos lados. Me impresiona el trafico que hay en estas carreteras secundarias. Medio Francia quiere ir a donde viene la otra media. Creo que más de la mitad de los franceses están subidos a un coche en algún momento del día. Estas carreteras secundarias no tienen arcén y si demasiado trafico. Es una buena oportunidad para practicar la técnica del ciclista borracho y así alejar a los coches de mi lado.


Por la noche los animales se acercan a la tienda. Los oigo. Ellos curiosos pensaran ¿que es este plástico que han dejado aquí?. Yo asustado pienso ¿quien esta ahí fuera?. Los bosques son explotados de forma sostenible. Se cortan arboles selectivamente dejando que el bosque con sus habitantes perduren. Impresionantes los robles de mas de 500 años.



Pueblos y ciudades con aire solemne. Palacios versallescos y en sus empinadas calles desgastadas se ve el paso del tiempo.

El codo del Raúl

Cientos de animales son atropellados todos los días. Cada día he visto mas de media docena de erizos, otras tantas aves, sapos y alguna serpiente, además hoy he visto una ardilla, un zorro y un tejón.


La sombra de los álamos indica el camino a seguir.

Llego a Basilea, la ciudad sin coches.

La música me acompaña por los caminos......
La música estremece el corazón......

Pusieron letreros pero yo no se leer
voy siguiendo flechas que me pierden otra vez
llego a los lugares sin saber como llegué
me digo a mi mismo por aquí yo ya pasé
lo único que se hacer bien es perderme
y lo único que debo hacer es quererte.
Me pierdo en mi mismo
y me pierdo en ti también
no se como lo hago pero me sale tan bien perderte
y lo único que debo hacer es quererte
quererte..............

Manuel García




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