23 mayo, más gestión privada de la crisis
Una vez terminado el proceso electoral, la gestión privada de la crisis, es decir, la destrucción de empleo público para promover la privatización de servicios básicos como sanidad, educación o servicios sociales, será competencia de los gobiernos locales. La deuda de estas entidades, que ha crecido un 33% desde el comienzo de la crisis, amenaza con llevar a la quiebra a muchos municipios.
El 14 de abril, miles de barceloneses se manifestaron en la plaza de Sant Jaume contra los recortes del nuevo Gobierno de Artur Mas. La movilización para defender la sanidad y la educación pública hizo recular al President, quien anunció que posponía la aplicación de este tijeretazo hasta después del 22 de mayo. No es el único gobernante que ha postergado la toma de decisiones impopulares hasta esa fecha. Jordi Bonet, presidente de la Federació d’Associacions de Veïns i Veïnes de Barcelona, considera que, probablemente, tras los comicios se entre en una nueva fase en la gestión de la crisis en los gobiernos locales.
En opinión de Bonet, en esta nueva fase no es tan importante el hecho de que las administraciones no tengan liquidez si no qué decisiones políticas se toman: “No es lo mismo recortar en publicidad institucional, que recortar servicios básicos como educación o sanidad”. Pepe Gálvez, secretario de Defensa de lo Público de la Federación de Servicios a la Ciudadanía de CC OO, cree que es peligroso que se deje fuera del debate electoral cómo se va a gestionar la crisis desde los ayuntamientos y que tampoco se toque el asunto de la reducción de empleo público.
Boletin Diagonal
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