El otro día fui a visitar a nuestros amigos los buitres. Les he contado que a sus primos los cóndores del Cañon de Colca en Perú les tratan como a reyes. Les entregan para que reciclen los restos de la ganadería de la zona y no son recibidos a tiros ni les dejan trampas con veneno. Les dije que los turistas se acercan desde todas las partes del mundo a admirarlos y que incluso pagan una entrada para ello. Una pareja de alimoches que esta temporada no tendran descendencia (un año mas) me escuchaban con atención. No se lo podían creer. Aquí la comida escasea. Dicen que ahora su alimento lo recoge un camión y lo lleva a incinerar a un horno crematorio. Los milanos negros asombrados miraban con ojo de águila y sospechan que es por que alguien se esta llenando los bolsillos con esta nueva actividad. ¡Si a nosotros nos gusta la carne poco hecha!...... decía una águila calzada mientras se subía las medias. No se para que nos la meten al horno.......
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