Amanece en Santiago y las nubes se empañan de rojo. Mis ojos se empañan también. La pena me acompaña.
La selva ecutoriana impresionante.
Ligero de equipaje. Al llegar a San Sebastian las maletas no aparecen. Menos mal que la bici la mande por correo. Ahora toca estar atento al sistema internacional de búsqueda de maletas perdidas.
El agua escribe lenta pero firmemente en la tierra
Manchas de sal en el norte Chileno
La familia me recibió con abrazos y nos fuimos a comer un bocadillo de tortilla y jamón serrano a la playa.
Disfrutaremos de tus vivencias el tiempo que estes aqui.Bienvenido a casa.
ResponderEliminarPerrrrriiiiiiiii.......
ResponderEliminaraUPA COMPAÑERO que bien que ya estás por aqui, te he enviado un mensajito a ver si quedamos despues de Semana santa UN ABRAZO y bienvenido
ResponderEliminarMikel